El proyecto de Ley de Modernización Laboral incorpora el banco de horas, un sistema que permitiría reorganizar la jornada y dejar atrás el esquema clásico de horas extra.
La propuesta, inspirada en la experiencia reciente de Grecia, autoriza acuerdos escritos y voluntarios entre empleadores y trabajadores para definir cómo registrar, compensar y distribuir las horas fuera del horario habitual.
El régimen exige controles verificables, respeto por los descansos legales y claridad sobre límites y modalidades. El modelo permite sumar horas en días de alta demanda y compensarlas luego con francos o jornadas reducidas. A diferencia del sistema vigente, el plus por horas extraordinarias sería menor, con el objetivo de reducir costos sin modificar la protección legal básica.
La iniciativa también regula el tiempo parcial: se podrán pactar horas suplementarias sin superar la jornada máxima. Sectores como comercio, turismo o logística podrían adoptar el banco de horas para ordenar picos de actividad, siempre mediante acuerdos formales y dentro del marco legal.
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