Desde el sector que responde al gobernador Axel Kicillof sostienen que el partido debe replantear su vínculo con el electorado del interior del país, mientras que el kirchnerismo apunta contra la decisión de desdoblar las elecciones provinciales, medida que debilitó la estrategia nacional.
Los cruces se hicieron visibles tras los comicios legislativos, en los que el oficialismo cayó por un punto ante la fuerza libertaria. Dirigentes cercanos al mandatario bonaerense insisten en que el peronismo necesita “entender qué le pasa al votante de Córdoba, Mendoza y Santa Fe”, regiones donde la coalición perdió terreno.
En tanto, figuras referenciadas en el kirchnerismo, como la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, cuestionaron públicamente a Kicillof por haber impulsado el desdoblamiento electoral, comparando la estrategia con la aplicada en Santiago del Estero, donde el oficialismo obtuvo una amplia victoria.
La disputa también alcanzó a referentes de peso dentro de Unión por la Patria. Mientras algunos intendentes defendieron su gestión en la provincia de Buenos Aires, otros señalaron que las decisiones de la conducción nacional no lograron conectar con las demandas de la sociedad.
Aun con los resultados ajustados (41,45% para La Libertad Avanza y 40,9% para Fuerza Patria), el clima dentro del peronismo se mantiene en ebullición. Todo indica que la discusión por el rumbo político y la conducción del espacio recién comienza.
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