En mayo, la inflación alcanzó un 1,7%, marcando el registro más bajo en varios meses.
A pesar de esta desaceleración, el costo de vida continúa impactando con fuerza en los hogares. Una familia necesita más de $1,4 millones para cubrir la canasta básica total, lo que evidencia la distancia entre los indicadores macroeconómicos y la realidad cotidiana.
Los alimentos presentaron un incremento del 0,9%, una suba moderada en comparación con períodos anteriores, aunque los precios se mantienen en niveles altos.
La situación económica sigue siendo crítica para la mayoría de las familias: el 91% de los hogares presenta algún tipo de endeudamiento, y el 58% recurre a las tarjetas de crédito para poder comprar alimentos.
Desde el Centro de Almaceneros, encabezado por Vanesa Ruiz, se señaló que el alivio en los índices inflacionarios no se traduce en una mejora real para la economía familiar, que sigue enfrentando múltiples desafíos.
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