Ante la saturación del sistema actual de destrucción de billetes, el Banco Central de la República Argentina evalúa implementar un nuevo método inspirado en el modelo brasileño: la incineración del papel moneda deteriorado.
La iniciativa busca acelerar el proceso y resolver el problema de acumulación de billetes que ya no sirven para operar en el sistema financiero.
“En serio, estamos trabajando en la posibilidad de quemar billetes”, afirmó el presidente del BCRA, Santiago Bausili, al reconocer que el sistema tradicional “no da abasto”.
Actualmente, los billetes fuera de circulación son triturados y enviados a rellenos sanitarios, pero ese mecanismo resulta insuficiente para los volúmenes actuales.
A fines de mayo, había más de 8.737 millones de billetes en circulación —unas 8.000 toneladas—, y aunque se destruyeron 2.401 millones en el último año, aún persisten dificultades para procesar todo el papel deteriorado. La mayor parte corresponde a denominaciones bajas como los de $1.000 y $2.000, que presentan una vida útil más corta debido a su uso intensivo.
El modelo brasileño, implementado desde 2017, tritura los billetes y los convierte en “ladrillos” que luego se usan como combustible en hornos de fábricas de cemento. Se trata de un método más rápido y sustentable que el argentino está estudiando como posible alternativa.
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